La exploración de la columna vertebral abarca aspectos como la inspección estática y dinámica (postura, alineación, marcha), palpación de las estructuras óseas y musculares, así como pruebas funcionales para evaluar la movilidad y posibles lesiones.
Los principios anatómicos destacados en la exploración de la columna vertebral incluyen la inspección estática y dinámica, la palpación de las apófisis espinosas y la musculatura paravertebral, así como la alineación de las caderas, las curvaturas fisiológicas de la columna vertebral y la inspección de las atrofias o asimetrías musculares.
La columna se puede entender como el mástil o eje corporal. Soporta la fuerza gravitacional, vector vertical, También soporta fuerzas dinámicas durante la aceleración y desaceleración del movimiento. Se ve afectada por fuerzas musculares en los movimientos dinámicos de la marcha y para mantener la postura erguida durante la bipedestación. Otras fuerzas de presión son ejercidas por la tensión de los músculos abdominales y la presión misma intraabdominal. Entre las fuerzas que pueden afectar una estructura corporal como el hueso, podemos mencionar las fuerzas de tensión, compresión, flexión, cizallamiento, torsión y carga combinada. Entre las que más afectan la columna están las de compresión, flexión, cizallamiento y torsión.
Durante la compresión se aplican cargas iguales y opuestas hacia la superficie de la estructura tratando de generar disminución del volumen por la fuerza aplicada. Esta es la fuerza que explica las fracturas por fragilidad a nivel vertebral.
En el cizallamiento se aplica una carga paralela a la superficie de la estructura, generando deformación en cizalla dentro de la estructura, también explica fracturas del hueso esponjoso.
La estructura de los huesos que componen las vértebras está especialmente relacionada para soportar las fuerzas anteriormente mencionadas, de las cuales vale la pena mencionar, la mayor composición de hueso esponjoso que da soporte, manteniendo cierto grado de deformación lo que permite amortiguar las fuerzas gravitacionales y de aceleración desaceleración. Los discos intervertebrales con un alto contenido de matriz colágena y elástica, les permite almacenar agua y tener características importantes para amortiguar los vectores axiales relacionados con la gravedad. Además, la biomecánica del cartílago articular sirve para amortiguar las fuerzas axiales en la columna vertebral.
En la anamnesis del dolor lumbar, es importante distinguir el dolor axial de origen mecánico y de origen inflamatorio. En términos generales el dolor lumbar mecánico es el que aumenta con la actividad y mejora con el reposo. De dolor lumbar inflamatorio ha presentado una evolución con el paso del tiempo, gracias al mejor entendimiento de la fisiopatología de las espondiloartritis y al uso cada vez más frecuente de herramientas epidemiológicas. El objetivo es conseguir unos criterios con un mejor balance entre la sensibilidad y la especificidad. Desde los criterios de dolor lumbar inflamatorio propuestos por Calin en 1997, Rudwaleit 2000, sólo hasta el 2009 Se lograron unos criterios con mejores características operativas del receptor, en los cuales es indispensable cumplir por lo menos con cuatro de estos 5 criterios
Criterio | Calin | Rudwaleit | ASAS |
---|---|---|---|
Edad de inicio | <40 años | <40 años | <40 años |
Duración del dolor | >3 meses | >3 meses | Curso insidioso (inicio gradual) |
Inicio | Curso insidioso (gradual) | Curso insidioso (gradual) | Duración >3 meses |
Rigidez matutina | Rigidez matutina > 30 minutos | Rigidez matutina > 30 minutos | Rigidez matutina > 30 minutos |
Mejora con ejercicio | Dolor mejora con el ejercicio | Dolor mejora con el ejercicio | Dolor mejora con el ejercicio |
Mejora con el descanso | Dolor no mejora con el descanso | Dolor no mejora con el descanso | Dolor no mejora con el descanso |
Despertares nocturnos | Dolor nocturno (especialmente en la segunda mitad de la noche) | Dolor nocturno | Despertar temprano a causa del dolor |
Alternancia de nalgas | Alternancia de dolor en las nalgas | Alternancia de dolor glúteo | N/A |
Sensibilidad | 89% | 70% | 79% |
Especificidad | 52% | 81% | 77% |
La semiología en la evaluación de la columna vertebral abarca la inspección estática y dinámica, la palpación y la valoración de la movilidad global y segmentaria, tanto activa como pasiva. Durante la inspección de la columna es importante observar el imbalance presentado por escoliosis, qué se puede observar cómo asimetría de los pliegues el dorso o alteración de los espacios entre los brazos y el tronco
La semiología en la evaluación de la columna vertebral abarca la inspección estática y dinámica, la palpación y la valoración de la movilidad global y segmentaria, tanto activa como pasiva. Durante la inspección de la columna es importante observar el imbalance presentado por escoliosis, qué se puede observar cómo asimetría de los pliegues el dorso o alteración de los espacios entre los brazos y el tronco.
Para detectar posibles patologías óseas, articulares y musculares, se mencionan pruebas como la de distancia dedos-suelo (DDS) y la de extensión de la pierna (rodilla). Estas pruebas son esenciales para evaluar la flexibilidad y el rango de movimiento del paciente, brindando información sobre posibles limitaciones funcionales. Una maniobra útil para detectar osteomielitis es la producción del dolor mediante percusión en la vértebra afectada; este método puede ayudar a identificar áreas específicas de inflamación o infección. Además, si se observa un escalón palpable en la columna vertebral, esto puede ser sugestivo de espondilolistesis, una condición donde una vértebra se desliza hacia adelante sobre la siguiente, lo que provoca dolor y puede afectar la estabilidad de la columna.
En la palpación de la columna, es crucial localizar los reparos anatómicos determinados por las prominencias óseas, como las apófisis espinosas y las facetas articulares. Para una evaluación clinimétrica adecuada, es indispensable reconocer y palpar la entesis a nivel axial. Las entesis son los sitios de inserción donde los tendones y ligamentos se conectan al hueso y representan los lugares iniciales de inflamación en la columna. Esta distinción es importante, ya que en la artritis reumatoide, la inflamación se localiza principalmente en la membrana sinovial de las articulaciones, mientras que en la espondiloartritis, el sitio de inflamación inicial es la entesis. Este concepto es fundamental para la distribución topográfica que se presenta en las espondiloartritis, ya que se pueden encontrar entesis a nivel periférico, como en el tendón de Aquiles y la fascia plantar, que explican la inflamación en estos niveles. De igual manera, la presencia de entesis en los ligamentos que estabilizan la columna explica los fenómenos inflamatorios a nivel axial, reflejando cómo estas estructuras son afectadas por la condición.
En la evaluación del compromiso axial, es primordial valorar la presencia de dolor en la articulación sacroilíaca, que a menudo es un indicador de espondiloartritis. Una de las maniobras más empleadas para evaluar esta articulación es la de Patrick (o Fabere), que se utiliza para documentar dolor por estrés en la articulación sacroilíaca. Esta prueba implica la colocación de la pierna en una posición cruzada sobre la rodilla opuesta y la aplicación de presión hacia abajo, lo que puede generar dolor en lado contralateral al evaluado, es sugestivo de inflamación o disfunción en la articulación. Asimismo, la maniobra de Gaenslen también es utilizada para evaluar el dolor sacroilíaco; al realizar esta maniobra, se busca provocar dolor en la zona mediante movimientos que estiran o cargan la articulación, lo que puede corroborar la presencia de patología en esta región. La combinación de estas evaluaciones físicas y maniobras clínicas es esencial para un diagnóstico preciso y el adecuado manejo de las patologías que afectan al aparato locomotor.
También es útil la palpación de los rebordes de la articulación sacroiliaca, ya que la tensión y el dolor en esta área son indicativos comunes de sacroiliitis, una condición que implica la inflamación de la articulación sacroilíaca. Adicionalmente, en la evaluación de la cadera como parte del esqueleto axial, es importante la observación de la postura, la marcha y los arcos de movimiento. La prueba de Trendelenburg es particularmente útil para evaluar la estabilidad de la cadera, ya que se centra en la integridad del músculo glúteo medio. Un signo positivo en esta prueba, que se manifiesta como una caída de la pelvis del lado no cargado, puede sugerir debilidad en el glúteo medio y, por ende, inestabilidad de la cadera.
La prueba de Thomas se utiliza para evaluar la presencia de contracturas en flexión, especialmente en pacientes que presentan una cadera flexionada crónicamente. Esta prueba es crucial para identificar limitaciones en la extensión de la cadera, lo que puede ser indicativo de patologías subyacentes. Además, la medición de la longitud de los miembros inferiores es una evaluación necesaria, dado que una asimetría en la longitud de las extremidades puede ser un indicador de diversas patologías de cadera. En fases avanzadas de coxartrosis, esta asimetría puede resultar en la impactación de la cabeza femoral en el acetábulo, provocando un dolor mecánico significativo y limitaciones funcionales.
El dolor a nivel de cadera también puede ser explicado por el compromiso de inflamación en los tejidos blandos, especialmente en relación con patologías degenerativas que se desarrollan gracias a actividades repetitivas, que a menudo sobrecargan las estructuras musculoesqueléticas. Es importante mencionar la entesopatía trocantérica, que se caracteriza por el compromiso en la inserción de los músculos estabilizadores de la cadera, como el glúteo medio y menor. Este tipo de afección puede derivarse de sobreuso o de un traumatismo agudo. Por otro lado, la entesopatía isquiática es común en personas que han sufrido traumatismos en la región isquiática o que presentan fenómenos inflamatorios, como en el caso de la espondiloartritis, lo que puede llevar a un dolor significativo en el área.
Además, se puede observar la bursitis del psoas-ilíaco, que corresponde a una inflamación de la bursa que se encuentra en esta región y que está vinculada a la tracción del tercio medio del ligamento inguinal. Esta condición a menudo se genera durante movimientos de extensión de la cadera y puede provocar un dolor sordo y persistente en la parte anterior de la cadera, así como dificultades para realizar ciertos movimientos, como levantar la pierna. La identificación y evaluación de estas condiciones son esenciales para un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado que permita al paciente recuperar la función y aliviar el dolor.
Para detectar posibles patologías óseas, articulares y musculares, se mencionan pruebas como la de distancia dedos-suelo (DDS) y la de extensión de la pierna (rodilla). Estas pruebas son esenciales para evaluar la flexibilidad y el rango de movimiento del paciente, brindando información sobre posibles limitaciones funcionales. Una maniobra útil para detectar osteomielitis es la producción del dolor mediante percusión en la vértebra afectada; este método puede ayudar a identificar áreas específicas de inflamación o infección.
En la palpación de la columna, es crucial localizar los reparos anatómicos determinados por las prominencias óseas, como las apófisis espinosas y las facetas articulares. Para una evaluación clinimétrica adecuada, es indispensable reconocer y palpar la entesis a nivel axial. Las entesis son los sitios de inserción donde los tendones y ligamentos se conectan al hueso y representan los lugares iniciales de inflamación en la columna.
Este concepto es fundamental para la distribución topográfica que se presenta en las espondiloartritis, ya que se pueden encontrar entesis a nivel periférico, como en el tendón de Aquiles y la fascia plantar, que explican la inflamación en estos niveles. De igual manera, la presencia de entesis en los ligamentos que estabilizan la columna explica los fenómenos inflamatorios a nivel axia
En la evaluación del compromiso axial, es primordial valorar la presencia de dolor en la articulación sacroilíaca, que a menudo es un indicador de espondiloartritis. Una de las maniobras más empleadas para evaluar esta articulación es la de Patrick (o Fabere), que se utiliza para documentar dolor por estrés en la articulación sacroilíaca. Esta prueba implica la colocación de la pierna en una posición cruzada sobre la rodilla opuesta y la aplicación de presión hacia abajo, lo que puede generar dolor en lado contralateral al evaluado, es sugestivo de inflamación o disfunción en la articulación. Asimismo, la maniobra de Gaenslen también es utilizada para evaluar el dolor sacroilíaco; al realizar esta maniobra, se busca provocar dolor en la zona mediante movimientos que estiran o cargan la articulación, lo que puede corroborar la presencia de patología en esta región.
El test de Schobert se realiza con el paciente en bipedestación. Se marca un punto a nivel de las crestas sacroilíacas y otro punto 10 cm por encima. Luego, se solicita al paciente realizar una flexión anteroposterior, tras lo cual se mide nuevamente la distancia entre los puntos marcados. El valor normal esperado es mayor a 4-5 cm.
El test de Schobert lateral se realiza con el paciente en bipedestación. Se marca el punto de reposo de las manos en los muslos, a nivel del tercer dedo de ambas manos (derecha e izquierda). Posteriormente, se solicita al paciente realizar una flexión lateral deslizando la mano sobre el miembro inferior ipsilateral. En el punto de máxima flexión se marca nuevamente sobre el miembro inferior. Finalmente, se mide la distancia entre la posición en reposo y la posición de máxima flexión lateral en cada lado. El valor normal esperado es mayor a 10 cm.
El test de Trago-Pared se realiza con el paciente en bipedestación, reposando contra una pared. Se mide la distancia entre el trago de cada oreja (derecha e izquierda) y la pared. El valor normal esperado es de hasta 12 cm.
El test de Occipucio-Pared se realiza con el paciente en bipedestación, reposando contra una pared. Se mide la distancia entre el occipucio y la pared. El valor normal esperado es menor a 1-2 cm.
El test de Expansibilidad Torácica se realiza con el paciente en bipedestación y en reposo. Se mide el perímetro de la reja costal a nivel del cuarto espacio intercostal. Posteriormente, tras realizar dos inspiraciones y expiraciones, se mide nuevamente el perímetro torácico en la máxima inspiración. El valor normal esperado es mayor a 2,5 cm.
El test de Rotación Cervical se realiza con el paciente en sedestación. Se coloca un goniómetro en la región superior de la cabeza y se solicita al paciente girar hacia la derecha o la izquierda. Durante el movimiento, se ajusta el extremo superior del goniómetro para medir el ángulo de rotación respectivo. El valor normal esperado es mayor a 70°.
Adicionalmente, en la evaluación de la cadera como parte del esqueleto axial, es importante la observación de la postura, la marcha y los arcos de movimiento. La prueba de Trendelenburg es particularmente útil para evaluar la estabilidad de la cadera, ya que se centra en la integridad del músculo glúteo medio. Un signo positivo en esta prueba, que se manifiesta como una caída de la pelvis del lado no cargado, puede sugerir debilidad en el glúteo medio y, por ende, inestabilidad de la cadera
La prueba de Thomas se utiliza para evaluar la presencia de contracturas en flexión, especialmente en pacientes que presentan una cadera flexionada crónicamente. Esta prueba es crucial para identificar limitaciones en la extensión de la cadera.
En fases avanzadas de coxartrosis, esta asimetría puede resultar en la impactación de la cabeza femoral en el acetábulo, provocando un dolor mecánico significativo y limitaciones funcionales.
Es importante mencionar la entesopatía trocantérica, que se caracteriza por el compromiso en la inserción de los músculos estabilizadores de la cadera, como el glúteo medio y menor. Este tipo de afección puede derivarse de sobreuso o de un traumatismo agudo.
La entesopatía isquiática es común en personas que han sufrido traumatismos en la región isquiática o que presentan fenómenos inflamatorios, como en el caso de la espondiloartritis, lo que puede llevar a un dolor significativo en el área.
Esta condición a menudo se genera durante movimientos de extensión de la cadera y puede provocar un dolor sordo y persistente en la parte anterior de la cadera, así como dificultades para realizar ciertos movimientos, como levantar la pierna. La identificación y evaluación de estas condiciones son esenciales para un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado que permita al paciente recuperar la función y aliviar el dolor.
Inspección Estática y Dinámica: Evaluar postura, alineación, marcha, curvaturas fisiológicas y asimetrías musculares.
Función y Biomecánica de la Columna:
Diferenciación del Dolor Lumbar:
Semiología de la Columna Vertebral:
Evaluación del Compromiso Axial:
Dolor y Patología de Cadera: